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Declaración sobre la estrategia de política monetaria del BCE

  1. El período de baja inflación y la escalada de los precios tras la pandemia destacan la importancia de una estrategia de política monetaria que permita al Consejo de Gobierno responder eficazmente a cambios importantes en el entorno de inflación. Las transformaciones estructurales actuales relacionadas con la geopolítica, la digitalización, la inteligencia artificial, la demografía, las amenazas a la sostenibilidad del medio ambiente y los cambios en el sistema financiero internacional sugieren que el entorno de inflación seguirá siendo incierto y posiblemente más volátil, con mayores desviaciones respecto del objetivo en ambas direcciones, lo que representa retos para la ejecución de la política monetaria. Una arquitectura financiera más resiliente, respaldada por el progreso hacia la unión de ahorros e inversiones, la finalización de la unión bancaria y la introducción de un euro digital, apoyaría también la eficacia de la política monetaria en este entorno cambiante.
  2. La estrategia de política monetaria del BCE se guía y se rige por el mandato que le encomiendan el Tratado de la Unión Europea y el Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea. El objetivo principal del BCE es mantener la estabilidad de precios en la zona del euro. Sin perjuicio de este objetivo, el Eurosistema apoyará las políticas económicas generales de la Unión Europea con el fin de contribuir a la realización de los objetivos de la Unión establecidos en el artículo 3 del Tratado de la Unión Europea. Estos objetivos incluyen un crecimiento económico equilibrado, una economía social de mercado altamente competitiva, tendente al pleno empleo y al progreso social, y un nivel elevado de protección y mejora de la calidad del medio ambiente. El Eurosistema también contribuirá a la buena gestión de las políticas que lleven a cabo las autoridades competentes con respecto a la supervisión prudencial de las entidades de crédito y a la estabilidad del sistema financiero.
  3. El Consejo de Gobierno confirma que el Índice Armonizado de Precios de Consumo (IAPC) continúa siendo el indicador de precios adecuado para evaluar la consecución del objetivo de estabilidad de precios. Sin embargo, sigue considerando que la inclusión en el IAPC de los costes relacionados con la vivienda en régimen de propiedad representaría mejor la tasa de inflación relevante para los hogares. Por tanto, en sus evaluaciones de política monetaria, tiene en cuenta medidas de inflación que incorporan estimaciones de estos costes como elementos útiles de verificación cruzada en su conjunto más amplio de medidas de inflación complementarias.
  4. Un margen de inflación superior al 0 % proporciona a la política monetaria espacio para reducir los tipos de interés en caso de acontecimientos adversos, así como un margen de seguridad frente al riesgo de deflación a través de su impacto positivo en el nivel tendencial de los tipos de interés nominales. En concreto, el límite inferior efectivo de los tipos de interés nominales restringe la ejecución de la política monetaria en caso de perturbaciones desinflacionarias significativas. La necesidad de agilizar el ajuste macroeconómico e intersectorial dentro de la zona del euro, las rigideces nominales a la baja y los sesgos de medición también justifican un margen de inflación.
  5. El Consejo de Gobierno considera que la mejor forma de mantener la estabilidad de precios es teniendo un objetivo de inflación del 2 % a medio plazo. Su compromiso con este objetivo es simétrico, en el sentido de que considera que las desviaciones positivas o negativas respecto de este objetivo son igualmente indeseables. El objetivo de inflación del 2 % proporciona un ancla clara para las expectativas de inflación, que es fundamental para mantener la estabilidad de precios.
  6. Para mantener la simetría de su objetivo de inflación, el Consejo de Gobierno reconoce la importancia de medidas de política monetaria adecuadamente enérgicas o persistentes en respuesta a desviaciones amplias y sostenidas de la inflación respecto del objetivo en cualquier dirección, a fin de evitar que se enquisten debido al desanclaje de las expectativas de inflación. En caso de perturbaciones desinflacionistas significativas, debe tenerse en cuenta el límite inferior efectivo de los tipos de interés nominales. En caso de perturbaciones inflacionistas significativas, deben tenerse en cuenta las posibles no linealidades en la fijación de precios y salarios.
  7. El Consejo de Gobierno confirma la orientación a medio plazo de su estrategia de política monetaria. Ello permite desviaciones inevitables a corto plazo de la inflación respecto del objetivo, así como los retrasos y la incertidumbre en la transmisión de la política monetaria a la economía y a la inflación. La flexibilidad de la orientación a medio plazo tiene en cuenta que la respuesta de política monetaria adecuada ante una desviación de la inflación respecto del objetivo es específica para cada contexto y depende del origen, la magnitud y la persistencia de la desviación. Siempre que las expectativas de inflación se mantengan ancladas, también permite al Consejo de Gobierno tener en cuenta en sus decisiones de política monetaria otras consideraciones relevantes para lograr la estabilidad de precios.
  8. El Consejo de Gobierno se ha comprometido a guiar su política monetaria para asegurar que la inflación se estabilice en su objetivo del 2 % a medio plazo. El principal instrumento de política monetaria es el conjunto de tipos de interés oficiales del BCE. El Consejo de Gobierno también puede utilizar otros instrumentos, si resulta necesario, para guiar la orientación de la política monetaria cuando los tipos de interés oficiales se encuentran próximos al límite inferior o para preservar el buen funcionamiento del mecanismo de transmisión de la política monetaria. Entre estos instrumentos se incluyen las operaciones de financiación a plazo más largo, las compras de activos, los tipos de interés negativos y las indicaciones sobre la orientación futura de la política monetaria. El Consejo de Gobierno seguirá respondiendo con flexibilidad a los nuevos retos a medida que se presenten y considerará, cuando sea necesario, nuevos instrumentos de política para lograr su objetivo de estabilidad de precios, como demuestra la introducción del Instrumento para la Protección de la Transmisión en 2022. La elección, el diseño y la aplicación de los instrumentos permitirán una respuesta ágil ante nuevas perturbaciones y reflejarán de forma adecuada los objetivos fijados, ya sea la calibración de la orientación de la política monetaria o la protección de su transmisión, sujetos a una evaluación completa de proporcionalidad.
  9. El Consejo de Gobierno basa sus decisiones de política monetaria, incluida la evaluación de la proporcionalidad de sus decisiones y de los posibles efectos indirectos, en una evaluación integrada de todos los factores relevantes. En particular, tiene en cuenta no solo la senda más probable de la inflación y de la economía, sino también los riesgos y la incertidumbre, también mediante el empleo adecuado de análisis de escenarios y de sensibilidad. La evaluación integrada se apoya en dos análisis interdependientes: el análisis económico y el análisis monetario y financiero. En este marco, el análisis económico se centra en la evolución económica real y nominal, mientras que el monetario y financiero examina los indicadores monetarios y financieros, poniendo el foco en el funcionamiento del mecanismo de transmisión de la política monetaria y en los posibles riesgos para la estabilidad de precios a medio plazo derivados de los desequilibrios financieros y de factores monetarios. La presencia generalizada de vínculos macrofinancieros en la evolución económica, monetaria y financiera exige que se incorporen plenamente las interdependencias entre los dos análisis. Este marco refleja la importancia de vigilar tanto el mecanismo de transmisión como los posibles efectos indirectos a la hora de calibrar los instrumentos de política monetaria y el reconocimiento de que la estabilidad financiera es una condición indispensable para la estabilidad de precios. A este respecto, la resiliencia del sector financiero es una condición necesaria para evitar un posible conflicto entre estabilidad de precios y estabilidad financiera. El Consejo de Gobierno evalúa sistemática y periódicamente las interacciones entre la política monetaria y la estabilidad financiera.
  10. El cambio climático tiene profundas implicaciones para la estabilidad de precios a través de su impacto en la estructura y en la dinámica cíclica de la economía y del sistema financiero. Hacer frente al cambio climático es un reto global y una prioridad de las políticas de la Unión Europea. En el ámbito de su mandato, el Consejo de Gobierno se ha comprometido a asegurar que el Eurosistema tenga plenamente en cuenta, en línea con las metas y objetivos de la UE, las implicaciones del cambio climático y de la degradación de la naturaleza para la política monetaria y la actividad de banca central.
  11. La comunicación clara de las decisiones de política monetaria y de los motivos en que se basan a través del comunicado sobre política monetaria, la conferencia de prensa, el Boletín Económico y las reseñas de política monetaria respaldan la eficacia de la política monetaria del BCE. Estos productos se complementarán con versiones en varios niveles y con elementos visuales de la comunicación de la política monetaria dirigidas al público en general, una iniciativa esencial para asegurar que los ciudadanos entiendan y confíen en las actuaciones del BCE. El Consejo de Gobierno continuará adaptando su enfoque en respuesta a los cambios en el entorno de la comunicación.
  12. El Consejo de Gobierno tiene previsto evaluar periódicamente la idoneidad de su estrategia de política monetaria y prevé realizar la siguiente evaluación en 2030.