- DISCURSO
Diseñar el futuro digital de Europa: el camino hacia el euro digital
Intervención de Fabio Panetta, miembro del Comité Ejecutivo del BCE, ante la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo
Bruselas, 4 de septiembre de 2023
Me complace estar aquí una vez más para hablar ante esta Comisión.
Ha sido un honor dirigir el proyecto del euro digital y debatir con ustedes todos los pasos del camino. Mi primera comparecencia tuvo lugar en octubre de 2020[1], cuando el BCE publicó su primer informe sobre un euro digital[2], mucho antes de que decidiéramos iniciar oficialmente la fase de investigación del euro digital en octubre de 2021.
Desde entonces hemos avanzado considerablemente, como puede verse en los numerosos informes y estudios que hemos compartido con ustedes. Hemos publicado estos informes, lo que permite tanto a los ciudadanos como a las partes interesadas mantenerse al día sobre nuestra investigación[3]. Durante las ocho comparecencias ante esta Comisión en las que he intervenido, hemos debatido 110 de sus preguntas[4].
Sus preguntas, comentarios y opiniones, así como sus críticas, nos han ayudado a avanzar hacia nuestro objetivo común: diseñar un medio de pago digital inclusivo y verdaderamente europeo que pueda satisfacer las necesidades y las preferencias de los ciudadanos. Deseo expresar mi sincero agradecimiento a esta Comisión por sus contribuciones y el apoyo prestado hasta ahora.
Pero aún nos queda mucho camino por delante, y será necesario mantener una estrecha cooperación entre las instituciones europeas a fin de determinar el diseño óptimo de un euro digital.
Nos acercamos ahora a una nueva fase de este proyecto.
En junio, la Comisión Europea publicó su paquete sobre la moneda única, con propuestas legislativas sobre el euro digital y el curso legal del efectivo[5], que acogemos con satisfacción. Estas propuestas sitúan a Europa en la vanguardia de las economías avanzadas en lo que respecta al dinero de banco central.
Y crean un nuevo paradigma para preservar la soberanía monetaria al tiempo que garantizan las libertades de los ciudadanos en la era digital. Las medidas propuestas garantizarán que los europeos puedan elegir cómo realizan sus pagos cotidianos. Siempre se dispondría de una opción pública, tanto en forma de efectivo como de euro digital, además de los medios de pago digitales privados. Al mismo tiempo, nadie estaría obligado a mantener o pagar con euros digitales, y los usuarios siempre podrían decidir para qué lo utilizarían.
La fase de investigación del BCE se encuentra actualmente en su etapa final y estamos preparando el terreno para que el Consejo de Gobierno decida si pasamos a la siguiente fase del proyecto.
Sin perjuicio del dictamen que el BCE emita sobre la propuesta, comenzaré tratando algunos aspectos clave de la propuesta legislativa. Después les informaré sobre la situación del proyecto y me referiré a los próximos pasos.
Un euro digital disponible para todos, en cualquier lugar, de forma gratuita
Las propuestas legislativas sobre el euro digital y el curso legal del efectivo garantizarían que, en un mundo cada vez más digitalizado, el dinero de banco central siga siendo fácilmente accesible y aceptado en toda la zona del euro. El efectivo está aquí para quedarse, lo que, de acuerdo con las propuestas, se consagraría en la legislación. Pero, junto al efectivo, habría una nueva forma de dinero de banco central: el euro digital.
La propuesta sobre el curso legal del efectivo es la iniciativa legislativa más importante a escala europea en materia de efectivo desde que los billetes en euros se emitieron por primera vez hace más de veinte años. Reforzaría el estatus del efectivo y los derechos de quienes deseen utilizarlo.
La publicación de las propuestas constituyó un primer paso importante. Corresponde ahora a los legisladores europeos perfilar las propuestas y garantizar que un euro digital reproduzca las características clave del efectivo en el ámbito digital ofreciendo un medio de pago electrónico que esté a disposición de todos, en cualquier lugar y de forma gratuita, y garantizando al mismo tiempo el máximo nivel de privacidad en los pagos digitales. Además, también podría utilizarse sin conexión a Internet.
El debate democrático sobre estas cuestiones es crucial. El BCE está preparado para facilitarles toda la información técnica necesaria para apoyar su trabajo.
En este momento estamos elaborando los dictámenes del BCE sobre ambas propuestas[6].
Pero permítanme destacar algunos aspectos clave de la propuesta relativa al euro digital, que son fundamentales para garantizar que el dinero público esté a disposición de todos en la era digital[7].
El primer aspecto clave es el estatus de curso legal[8], que daría a los ciudadanos el derecho a acceder al euro digital y a pagar con él. La propuesta también garantizaría que los usuarios puedan acceder al euro digital en su banco actual, sin necesidad de cambiar de entidad. Esto facilitaría el acceso al euro digital[9], enviando un mensaje claro: todos podrían utilizar su euro digital cuándo y dónde lo deseen, en toda la zona del euro[10].
Esta opción es de vital importancia. Al igual que la electricidad o el agua, los pagos diarios son un servicio esencial, tanto para los particulares como para la economía en general. No debemos dejar que la prestación de estos servicios sea exclusiva del sector privado, incluidas las grandes empresas tecnológicas. Los servicios privados para grupos cerrados de usuarios son cada vez más frecuentes. Piensen en los servicios de mensajería instantánea: si todos mis familiares y amigos utilizan la misma aplicación, veré cada vez más la necesidad y la conveniencia de utilizarla yo también. En el futuro podrían producirse tendencias similares en el ámbito de los pagos[11].
El segundo aspecto clave es la privacidad. De acuerdo con el proyecto de legislación, un euro digital sería una nueva solución de pago con mayor privacidad y protección de datos, al tiempo que se minimizarían los riesgos relacionados con el blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo. En consecuencia, hemos propuesto que el Eurosistema no pueda ver los datos personales de los usuarios del euro digital ni conectar ningún dato de pago con particulares[12]. Los intermediarios solo verían la información de los usuarios necesaria para el alta y el cumplimiento de la normativa vigente, como las disposiciones sobre prevención del blanqueo de capitales y de la financiación del terrorismo. Además, la posibilidad de pagar sin conexión a Internet proporcionaría un nivel de privacidad similar al del efectivo, y ni el intermediario ni el banco central procesarían los datos del pago[13].
En tercer lugar, la propuesta de la Comisión logra un buen equilibrio entre los objetivos de fijación de precios tanto del sector público como del privado. Los usuarios finales podrían utilizar gratuitamente servicios básicos del euro digital[14], mientras que a los intermediarios se les compensaría de manera similar a la de los medios de pago digitales privados comparables[15]. Los comerciantes estarían protegidos frente a las comisiones excesivas que pudieran derivarse de la obligación de aceptar el euro digital como moneda de curso legal.
En cuarto lugar, la propuesta reconoce la capacidad del BCE para desarrollar y aplicar los instrumentos necesarios para mantener el equilibrio entre el dinero privado, como los depósitos de bancos comerciales, y el dinero de banco central[16]. Instrumentos como los límites de tenencias evitarán efectos indeseados para la política monetaria, la estabilidad financiera y la provisión de crédito a la economía real[17]. No obstante, los usuarios que deseen pagar importes superiores al límite establecido podrán hacerlo vinculando su monedero en euros digitales a su cuenta bancaria[18].
Confiamos en que este equilibrio pueda mantenerse. Hemos publicado análisis detallados que muestran que una calibración adecuada de los límites de tenencias evita riesgos para el sistema financiero[19].
Permítanme subrayar, una vez más, que la emisión de un euro digital representa una oportunidad, no un riesgo, para el sector financiero europeo. Estamos diseñándolo como una herramienta de pago segura para preservar el papel del dinero de banco central, es decir, el dinero respaldado por el Estado, manteniendo al mismo tiempo el equilibrio entre innovación en los pagos y estabilidad del sector financiero, y garantizando la privacidad.
Nuestra respuesta a la revolución tecnológica en los pagos no puede ser quedarnos de brazos cruzados. La ausencia de un euro digital no es un status quo favorable. En ese supuesto escenario, la aparición de actores privados potencialmente dominantes en el mercado de pagos digitales podría tener un fuerte impacto en el sector financiero[20].
Se trata de una posibilidad real, como demuestra la reciente decisión de PayPal de lanzar su propia stablecoin denominada en dólares estadounidenses para pagos digitales[21].
Los proveedores privados de servicios de pago, como PayPal, no tienen ningún incentivo para limitar la demanda de stablecoins que emiten o la gama de servicios que prestan. Todo lo contrario: su objetivo es ampliar su base de clientes y ganar cuota de mercado.
Posiblemente tampoco tienen ningún incentivo para hacer que sus soluciones de pago sean compatibles con las que se utilizan actualmente. Podrían ofrecer servicios a bajo coste, dados los ingresos que podrían generar reinvirtiendo los activos de reserva en un entorno con tipos de interés positivos. Y aunque la entrada en el mercado de grandes empresas tecnológicas o de otros importantes proveedores de servicios de pago puede promover inicialmente la innovación, la competencia podría verse obstaculizada gravemente si alcanzaran una posición monopolística, como hemos visto en otros sectores digitales.
Este no sería el caso con un euro digital, que sería introducido por autoridades públicas con arreglo a un marco regulatorio europeo, el cual prestaría la debida atención al ajuste ordenado en el sector financiero y proporcionaría a los proveedores de servicios de pago una plataforma para innovaciones de alcance paneuropeo.
Asimismo, a diferencia de las stablecoins emitidas por las grandes empresas tecnológicas, el euro digital sería distribuido por los bancos y por otros proveedores de servicios de pago, que mantendrían la relación son sus clientes. El BCE está colaborando activamente con los proveedores de servicios de pago europeos y con otras partes interesadas para asegurar que el euro digital sea plenamente compatible con las herramientas de pago existentes y resulte atractivo para todos[22]. En concreto, como he mencionado anteriormente, el diseño propuesto del euro digital garantizaría el máximo nivel de privacidad para los pagos digitales.
La fase de investigación del BCE llega a su final
Esto me lleva a nuestro propio proyecto. Nos acercamos al final de nuestra fase de investigación.
Desde nuestra última comparecencia, hemos realizado un examen holístico[23] para garantizar la coherencia de todas las opciones de diseño aprobadas hasta la fecha[24] y hemos publicado los resultados del ejercicio de desarrollo de prototipos y del estudio de mercado[25].
Además, hemos seguido avanzando en nuestros trabajos sobre el proyecto de código normativo para un esquema del euro digital. También en este caso estamos colaborando estrechamente con representantes de todos los sectores del mercado: consumidores, comerciantes, bancos, entidades de pago y profesionales del sector público[26].
El mes que viene informaremos de los resultados de la fase de investigación. Sobre esa base, el Consejo de Gobierno decidirá si pasa a la siguiente fase del proyecto. Pero permítanme ser muy claro una vez más: la posible decisión de emitir un euro digital no está sobre la mesa del Consejo de Gobierno ahora y solo se tomaría una vez adoptada la legislación pertinente.
Si pasamos a la siguiente fase, el BCE y los bancos centrales nacionales de los países de la zona del euro continuarán analizando las funcionalidades del euro digital y, con el tiempo, avanzando en el desarrollo y la experimentación de las soluciones técnicas y los mecanismos operativos necesarios para comenzar a emitir el euro digital, llegado el caso.
En este contexto, consideraremos, por supuesto, cualquier ajuste que pueda ser necesario como resultado de las deliberaciones legislativas.
También seguiremos aprendiendo gracias a la interacción con todas las partes interesadas. Los comentarios recibidos hasta la fecha han sido excepcionalmente valiosos y nos han permitido comprender mejor los retos a lo que se enfrenta el euro digital.
Deseo expresar mi sincero agradecimiento a los miembros del Parlamento Europeo por nuestro diálogo periódico y continuado y por el apoyo prestado desde los inicios del proyecto. En caso de que el Consejo de Gobierno decida pasar a la siguiente fase, el BCE mantiene su compromiso de continuar sus comparecencias periódicas ante la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios para dialogar con ustedes y apoyar el debate democrático sobre el euro digital.
Un ambicioso camino por recorrer
Permítanme concluir.
Un euro digital hará que nuestra moneda se adapte a la era digital. Sigue la estela de los arquitectos del euro, que consideraron acertadamente que la unión monetaria solo se completaría con una forma tangible de euro, emitida por el banco central. El euro digital proyecta su visión de futuro a un mundo digitalizado. Al proporcionar una forma electrónica de efectivo, preservará la libertad de los ciudadanos para elegir entre formas privadas y públicas de utilizar nuestra moneda única en sus pagos cotidianos.
El futuro del euro digital está en sus manos. En última instancia, no será más ambicioso de lo que ustedes quieran que sea, en función del marco legislativo que adopten.
Personalmente creo que Europa no debe rehuir ser ambiciosa en el desarrollo de un instrumento que sirva al interés público haciendo que Europa y el euro se adapten a la era digital. El euro digital nos proporcionará un medio de pago digital que, como el efectivo, nos une, porque cualquier persona puede utilizarlo en cualquier lugar. Reforzará nuestra autonomía y resiliencia basándose en una infraestructura europea y reduciendo nuestra dependencia de unos pocos proveedores no europeos.
También es una oportunidad para que Europa lidere el debate internacional sobre el dinero digital de banco central, poniendo énfasis en la privacidad y preservando la soberanía monetaria en la era digital.
Y lo que es más importante, se trata de un proyecto que depende de todos nosotros y que nos beneficiará a todos.
Por último, permítanme expresar mi agradecimiento personal por los intercambios que hemos mantenido en los últimos años, y por los que tendremos hoy. Aunque próximamente dejaré mi cargo en el BCE, seguiré comprometido con este proyecto en mi nueva función.
Quedo a su disposición para responder a sus preguntas.
Panetta F. (2020), «A digital euro for the digital era», intervención ante la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo, Fráncfort del Meno, 12 de octubre.
BCE (2020), Informe sobre un euro digital, octubre.
Hemos publicado una serie de informes en los que se resumen los progresos realizados en la fase de investigación. Véase BCE (2022), Progress on the investigation phase of a digital euro, septiembre; BCE (2022), Progress on the investigation phase of a digital euro – second report, diciembre; BCE (2023), Progress on the investigation phase of a digital euro – third report, abril; y BCE (2023),Progress on the investigation phase of a digital euro – fourth report, julio. El primer informe examina temas como el mecanismo de transferencia, la privacidad y las herramientas para controlar la cantidad de euros digitales en circulación. El segundo se centra en el papel de los intermediarios, un modelo de liquidación, la carga y reembolso de fondos y un modelo de distribución del euro digital. El tercero presenta la opinión del Eurosistema sobre el acceso al euro digital, los importes mantenidos, el alta, aspectos de distribución, los servicios y sus funcionalidades. El cuarto informe expone los puntos de vista del Eurosistema sobre un modelo de compensación, el progreso de los trabajos en curso y los resultados del desarrollo de prototipos y del estudio de mercado. Además, el BCE ha encargado trabajos de investigación a grupos de trabajo focales. Véase Kantar Public (2022), Study on New Digital Payment Methods, marzo; y Kantar Public (2023), Study on Digital Wallet Features, abril. Se han publicado además otros informes sobre el desarrollo de prototipos y el estudio de mercado. Véase BCE (2023), Digital euro – Prototype summary and lessons learned, 26 de mayo; y BCE (2023), Market Research Outcome Report, 26 de mayo. Además, todas las presentaciones sobre el diseño y las opciones de distribución —en las que el BCE invitó a los participantes en el mercado a presentar comentarios en el contexto de las sesiones técnicas sobre el euro digital del Consejo de Pagos Minoristas en Euros y del Grupo Consultivo de Mercado— pueden consultarse en el sitio web del BCE.
Al mismo tiempo, el BCE ha colaborado estrechamente con otras autoridades de la UE y con los participantes en el mercado, incluidos consumidores, comerciantes, entidades de crédito y entidades no bancarias. Puede consultarse más información sobre las interacciones con las partes interesadas en el sitio web del BCE.
Propuesta de Reglamento del Parlamento Europeo y del Consejo relativo a la instauración del euro digital, Comisión Europea COM(2023) 369 final, 28 de junio de 2023; Propuesta de Reglamento del Parlamento Europeo y del Consejo relativo al curso legal de los billetes y monedas en euros, Comisión Europea, COM(2023) 364 final, 28 de junio de 2023; BCE (2023), «El BCE acoge favorablemente las propuestas legislativas de la Comisión Europea sobre el euro digital y el efectivo», 28 de junio.
El artículo 127, apartado 4, y el artículo 282, apartado 5, del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea confieren al BCE funciones consultivas respecto de propuestas de actos de la UE y proyectos de disposiciones legales comprendidos en su ámbito de competencia.
Panetta, F. (2023), «Un euro digital ampliamente disponible y fácil de usar», intervención ante la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo, Bruselas, 24 de abril; Panetta, F. y Dombrovskis, V. (2023), «¿Por qué necesita Europa un euro digital?», El blog del BCE, 28 de junio.
El hecho de que los billetes y monedas en euros tengan curso legal significa que son un medio de pago válido para liquidar una deuda monetaria, a menos que las partes hayan acordado otro medio de pago. La definición de dinero de curso legal se basa en tres criterios principales: i) aceptación obligatoria, ii) aceptación al valor nominal y iii) capacidad de liberar de obligaciones de pago.
El proyecto de legislación también prevé el acceso al euro digital para las personas sin cuenta bancaria y el apoyo presencial a quienes lo necesiten cuando comiencen a utilizar el euro digital. Para más información, véase BCE (2023), «Digital financial inclusion», octava sesión técnica del Consejo de Pagos Minoristas en Euros sobre un euro digital, 12 de mayo.
Panetta, F. (2023), «El euro digital: nuestro dinero dónde y cuándo lo necesitemos», intervención ante la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo, Bruselas, 23 de enero.
Panetta, F. (2021), «Stay safe at the intersection: the confluence of big techs and global stablecoins», discurso pronunciado en la conferencia «Safe Openness in Global Trade and Finance» organizada por el Banco de Inglaterra con ocasión de la cumbre auspiciada por la presidencia británica del G-7, 8 de octubre.
Panetta, F. (2022), «Un euro digital que responda a las necesidades del público: encontrar el equilibrio adecuado», intervención ante la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo, 30 de marzo.
El Eurosistema se ha comprometido a ofrecer una funcionalidad sin conexión a Internet para el euro digital con las siguientes características: i) las operaciones se liquidan utilizando equipos seguros para evitar la piratería informática y la falsificación; ii) las operaciones se liquidan inmediatamente entre dispositivos para reproducir el estatus de curso legal; iii) los pagos recibidos pueden transferirse a otro dispositivo sin conectarse primero a Internet; y iv) el Eurosistema no verá los datos personales de los usuarios ni sus patrones de pago.
Las «funciones básicas» podrían incluir los siguientes servicios: i) alta en el euro digital y apertura y tenencia de un monedero electrónico en euros, incluidos controles de conocimiento del cliente y asistencia al cliente; ii) carga y reembolso de fondos en el monedero en euros digitales con cargo a una cuenta de pago asociada; iii) proporcionar un instrumento básico para el pago con euros digitales; iv) efectuar y recibir pagos entre particulares; v) efectuar pagos a comerciantes, empresas y administraciones públicas; vi) recibir pagos de las administraciones públicas; y vii) combinaciones de lo anterior, como las funcionalidades de cascada (es decir, recibir un pago y un hacer reembolso de fondos) y de cascada inversa (carga de fondos y realización de un pago).
Panetta, F. (2023), «Un euro digital ampliamente disponible y fácil de usar», intervención ante la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo, Bruselas, 24 de abril; BCE (2023), «Compensation model for the digital euro», sexta sesión técnica del Consejo de Pagos Minoristas en Euros sobre un euro digital, 22 de febrero.
Panetta, F. (2022), «Aprovechar nuestras fortalezas: el papel de los sectores público y privado en el ecosistema del euro digital», intervención ante la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo, Bruselas, 29 de septiembre.
El BCE tiene previsto diseñar y aplicar instrumentos eficaces, como límites de tenencias, para controlar el importe total de euros digitales en circulación y abordar los posibles riesgos para la transmisión de la política monetaria, la estabilidad financiera y la provisión de crédito a la economía que podrían derivarse de una salida excesiva de depósitos bancarios hacia el euro digital. Aunque la calibración de esos instrumentos se llevaría a cabo en fechas cercanas a la posible introducción futura de un euro digital teniendo en cuenta el entorno económico y financiero vigente en ese momento, su diseño debería dar prioridad a la simplificación de la implementación técnica y a la mejora de la experiencia de usuario.
Estamos investigando una funcionalidad en cascada que permitiría a los usuarios efectuar o recibir pagos en euros digitales por encima del límite de tenencias vinculando una cuenta en euros digitales a una cuenta de banco comercial. Al recibir un pago, esto permitiría la conversión automática del saldo en euros digitales por encima del umbral de tenencias en un depósito bancario mantenido en una cuenta vinculada de banco comercial elegida por el usuario final. Del mismo modo, una cascada inversa aseguraría que los usuarios finales puedan efectuar un pago incluso si su importe supera el saldo disponible en euros digitales. La liquidez adicional saldría de la cuenta de banco comercial vinculada y la operación se completaría en euros digitales por su valor total.
Adalid, R. et al. (2022), «Central bank digital currency and bank intermediation: Exploring different approaches for assessing the effects of a digital euro on euro area banks», Occasional Paper Series, n.º 293, BCE, mayo; Meller, B. y Soons, O. (2023), «Know your (holding) limits: CBDC, financial stability and central bank reliance», Occasional Paper Series, n.º 326, BCE, agosto; Bindseil, U., Panetta, F. y Terol, I. (2021), «Central Bank Digital Currency: functional scope, pricing and controls», Occasional Paper Series, n.º 286, BCE, diciembre.
Panetta, F. (2021), «Stay safe at the intersection: the confluence of big techs and global stablecoins», discurso pronunciado en la conferencia «Safe Openness in Global Trade and Finance» organizada por el Banco de Inglaterra con ocasión de la presidencia británica del G-7, 8 de octubre.
PayPal USD (o PYUSD) se ofrecerá únicamente a los clientes estadounidenses con cuentas de PayPal Balance. No será accesible a los clientes de la UE y PayPal no ha anunciado ningún plan de introducir una stablecoin similar en Europa. Para más información, véase PayPal (2023), «PayPal Launches U.S. Dollar Stablecoin», 7 de agosto.
Mantenemos un diálogo periódico sobre el euro digital con los participantes en el mercado a través del Consejo de Pagos Minoristas en Euros, de modo que todos los agentes, incluidos bancos, proveedores de servicios de pago, consumidores y comerciantes, puedan exponer sus puntos de vista. Además, los profesionales del mercado del Grupo Consultivo del Mercado sobre el Euro Digital han prestado asesoramiento sobre el diseño y la posible implantación de un euro digital, y se ha creado el Grupo de Trabajo sobre Normas de Funcionamiento, integrado por representantes de todos los sectores del mercado, con el fin de elaborar un proyecto de código normativo para un esquema del euro digital. Puede consultarse más información sobre la participación de las partes interesadas en el sitio web del BCE.
En concreto, se han realizado trabajos adicionales sobre: i) servicios de portabilidad, es decir, transferencia de tenencias en euros digitales de un monedero personal mantenido con un intermediario a otro monedero mantenido con otro intermediario; ii) detección y prevención del fraude; iii) inclusión financiera digital; y iv) cómo implantar con éxito diferentes casos de uso del euro digital. Para más información, véase BCE (2023), Progress on the investigation phase of a digital euro – fourth report, julio.
BCE (2023), «High Level Product Description», octava sesión técnica del ERPB sobre el euro digital, 12 de mayo.
Para más información, véase BCE (2023), Digital euro – Prototype summary and lessons learned, 26 de mayo; BCE (2023), Market Research Outcome Report, 26 de mayo; la carta de Fabio Panetta a Irene Tinagli, presidenta de la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo, sobre los resultados del ejercicio de desarrollo de prototipos del euro digital y del estudio de mercado, de 26 de mayo de 2023; y BCE (2023), «Market research and prototyping exercise confirm feasibility of technical solutions and user interfaces for a digital euro», MIP News, 26 de mayo.
Los trabajos se desarrollan en el marco del Grupo de Trabajo sobre Normas de Funcionamiento. Véase BCE (2023), «Rulebook development», sexta sesión técnica del ERPB sobre el euro digital, 22 de febrero; BCE (2023), Mandate of the digital euro scheme Rulebook Development Group, 12 de enero; y BCE (2023), Update on the work of the digital euro scheme’s Rulebook Development Group, 7 de junio. Para más información sobre el esquema del euro digital, véase BCE (2022), Progress on the investigation phase of a digital euro – second report, apartado 2; y BCE (2023), Progress on the investigation phase of a digital euro – third report, apartado 2.1.
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