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  • EL BLOG DEL BCE

La hora de actuar

Por Christine Lagarde, presidenta del BCE

Fráncfort del Meno, 4 de noviembre de 2021

La hora de actuar

La cumbre de la COP26 que se celebra esta semana en Glasgow ofrece una oportunidad vital para establecer una senda clara hacia un mundo cero en carbono. Eliminar las emisiones de carbono es la única vía para contener un cambio climático de consecuencias catastróficas. Aunque la puerta para que esta transición permita cumplir a tiempo los objetivos del Acuerdo de París se está cerrando rápidamente, lo importante es que todavía sigue abierta.

Sendas creíbles de transición verde

Esta transición puede conllevar algunos costes, pero también presenta oportunidades. El progreso tecnológico ha reducido considerablemente el coste de la energía solar, que se ha convertido en una de las fuentes de electricidad más baratas jamás conocidas. De hecho, según la Agencia Internacional de la Energía, más de la mitad de las reducciones adicionales de emisiones necesarias para cumplir los objetivos del Acuerdo de París podrían lograrse sin costes adicionales para los consumidores[1].

Pero todavía no podemos depender solo de las fuentes de energía renovables y siguen existiendo sectores en los que la tecnología necesaria aún no está madura. No sabemos con certeza cómo serán nuestras economías dentro de treinta años ni cómo nos afectará exactamente el cambio climático en el futuro.

Esta incertidumbre puede ser paralizadora, especialmente cuando viene asociada a la creencia errónea de que no podemos influir en las cosas individualmente, o que ya es demasiado tarde. Sin embargo, todos podemos hacer que las cosas cambien y todos tenemos algo que aportar.

En las últimas décadas, los bancos centrales han aprendido que un objetivo de inflación creíble puede contribuir a guiar las expectativas de toda la economía. Los gobiernos pueden igualmente guiar a las personas y a las empresas a dar pasos importantes y coordinados para contener el cambio climático proponiendo sendas de transición creíbles y adecuadamente explicadas. Con señales claras, los viajes largos y difíciles se dividen en etapas más llevaderas.

En parte, estas sendas de transición requieren que la fijación de los precios del carbono refleje totalmente sus costes ambientales y sociales presentes y futuros, lo que dista mucho de la situación actual, más aún si tenemos en cuenta que los combustibles fósiles recibieron 450 mil millones de dólares en subvenciones explícitas en 2020[2]. Las fuertes subidas de los precios de la energía pueden afectar a los más vulnerables de nuestra sociedad, por lo que es necesaria una reflexión profunda que asegure una transición justa en la que los beneficios se repartan por igual.

Estas sendas también requieren importantes innovaciones tecnológicas e inversión en la mitigación del cambio climático. La inversión pública puede servir de catalizador para la inversión privada y el sector financiero tiene un papel destacado. Las entidades financieras deben indicar en sus planes de transición cómo prevén adaptarse a un mundo sin emisiones. La Glasgow Financial Alliance for Net Zero[3] está dando los primeros pasos en esa dirección. La publicación de datos completos, comparables internacionalmente y auditables puede ayudar a que los fondos fluyan hacia donde más se necesitan y evitar al mismo tiempo el riesgo de blanqueo ecológico (greenwashing).

La contribución del BCE frente al cambio climático

Los bancos centrales también tienen un papel que cumplir. El impacto de las catástrofes naturales y de la transición verde en la inflación afecta directamente al mandato principal del BCE de mantener la estabilidad de precios. Es el motivo por el que cada vez prestamos más atención al cambio climático[4]. Este también genera riesgos para los bancos que supervisamos y para el propio balance del BCE.

Nuestra preocupación es compartida. Aproximadamente cien bancos centrales y supervisores financieros de todo el mundo nos hemos unido para formar la Red para la Ecologización del Sistema Financiero[5]. Esta Red trata de contribuir al desarrollo de la gestión del riesgo climático y ambiental en el sector financiero y de movilizarlo para apoyar la transición verde.

Ayer, el BCE se comprometió públicamente a apoyar, dentro de nuestro ámbito de responsabilidad, actuaciones decididas por parte de las autoridades para implementar el Acuerdo de París y mitigar las consecuencias del cambio climático[6]. El cambio climático fue un aspecto importante en la reciente revisión de nuestra estrategia[7] y hemos puesto en marcha una hoja de ruta ambiciosa que define nuestra agenda de trabajo[8].

Nuestra prueba de resistencia climática del conjunto de la economía muestra los beneficios de actuar de forma temprana en cuestiones climáticas[9]. Los costes a corto plazo de la transición verde se ven largamente compensados a largo plazo por los beneficios de evitar desastres naturales costosos, como incendios, olas de calor y sequías. La definición de hitos intermedios en la senda hacia emisiones cero netas en 2050 podría ayudar a guiar nuestro camino.

El camino a seguir

Tenemos que tomar una decisión de verdad. Mientras reconstruimos y rehacemos nuestras economías tras la perturbación causada por la pandemia, tenemos la oportunidad de dejar atrás el carbono. El camino a seguir puede intimidarnos, pero conocemos nuestro destino y gran parte del recorrido ya está iluminado. La transición a mundo sin carbono es la única manera de asegurar un futuro mejor para toda la humanidad. En palabras de Antoine de Saint-Exupéry, «el momento de actuar es ahora. Nunca es demasiado tarde para hacer algo».

Este comentario se publicó como artículo de opinión en las siguientes publicaciones:

  1. Agencia Internacional de la Energía (2021), World Energy Outlook 2021.
  2. Parry, I., Black, S. y Vernon, N. (2021), «Still not getting energy prices right: a global and country update of fossil fuel subsidies», IMF Working Papers, No 2021/236, Fondo Monetario Internacional, septiembre.
  3. Véase el sitio web de Glasgow Financial Alliance for Net Zero.
  4. Véase, por ejemplo, Parker, M. (2018), «The Impact of Disasters on Inflation», Economics of Disasters and Climate Change, Vol. 2, No 1, pp. 21-48 and Faccia, D., Parker, M. y Stracca, L. (2021), «Feeling the heat: extreme temperatures and price stability», Working Paper Series, BCE, pendiente de publicación.
  5. Véase el sitio web de la Red para la Ecologización del Sistema Financiero
  6. BCE (2021), The ECB pledge on climate change action, noviembre.
  7. Grupo de trabajo sobre cambio climático (2021), «Climate change and monetary policy in the euro area», Occasional Paper Series, No 271, BCE, septiembre.
  8. BCE (2021), «El BCE presenta un plan de actuación para incluir consideraciones climáticas en su estrategia de política monetaria», nota de prensa, julio.
  9. Alogoskoufis, S. et al. (2021), «ECB economy-wide climate stress test», Occasional Paper Series, No 281, BCE, septiembre.